La noche del miércoles 10 de diciembre de 2025 pasará a la historia de la televisión española como una de las más tensas jamás emitidas.

Durante el programa especial «España en Directo: El Año que Vivimos en Peligro», emitido por La 1 en prime time, Antonio Banderas y Shakira compartían plató junto a otros rostros conocidos para debatir sobre la imagen internacional del país.
Cuando llegó el turno de hablar de los escándalos fiscales que han salpicado a varias celebridades españolas en los últimos años, el nombre de la cantante colombiana salió inevitablemente a la luz.
El presentador apenas había terminado de formular la pregunta cuando Banderas, con gesto serio y voz grave, soltó la bomba.
«Shakira no es más que la marioneta de Felipe VI», afirmó el actor malagueño mirando directamente a la cámara. «Ha evadido millones mientras presume de ser embajadora de buena voluntad. Es una vergüenza para España y para todos los que pagamos impuestos religiosamente».
El plató quedó helado. Shakira, vestida con un traje rojo intenso, apretó los labios y miró al suelo durante dos segundos eternos. Cuando levantó la vista, sus ojos brillaban de furia contenida.
«Tú no eres nadie para hablar de vergüenza», respondió la artista con voz temblorosa pero cortante. «Cállate, desgraciado. Lo único que has hecho toda tu vida es vender tu acento español barato en Hollywood».
El público soltó un grito ahogado. Nadie esperaba que la discusión escalara tan rápido. El presentador intentó mediar, pero Antonio Banderas ya había tomado de nuevo el micrófono con decisión.
«¿Desgraciado yo?», replicó el actor levantándose de la silla. «Al menos yo no debo 14,5 millones a Hacienda mientras vivo en paraísos fiscales y vengo aquí a dar lecciones de patriotismo».
Shakira se puso en pie también. «Eso está pagado y resuelto. Tú hablas porque sigues resentido desde que te rechacé trabajar contigo en el 2008».
El silencio era tan denso que se podía escuchar el zumbido de los focos. Los cámaras, normalmente ágiles, se quedaron paralizados enfocando la escena sin saber si acercar o alejarse.
Entonces llegó el momento que nadie olvidará. Banderas se acercó dos pasos a Shakira, la miró fijamente a los ojos y, con una calma que helaba la sangre, pronunció las diez palabras que han dado la vuelta al mundo.
«Siéntate, Barbie. Las muñecas de plástico no opinan sobre impuestos».
El estudio entero se quedó sin aliento. Shakira abrió la boca, pero no salió ningún sonido. Sus manos temblaron visiblemente. El público en plató tardó cinco largos segundos en reaccionar.
Una mujer del público comenzó a gritar «¡Antonio, rey!» mientras otros aplaudían y algunos abucheaban. El realizador cortó a publicidad de emergencia, pero ya era tarde: las redes sociales ardían.
En menos de diez minutos, el hashtag #SiéntateBarbie se convirtió en trending topic mundial número uno. Los memes inundaron Twitter, TikTok e Instagram con la cara de Shakira congelada en shock y el dedo de Banderas señalándola.
La propia Casa Real emitió un comunicado a las 23:17 aclarando que «Su Majestad el Rey no mantiene ninguna relación personal ni profesional con la señora Shakira Isabel Mebarak Ripoll».
Al mismo tiempo, el equipo legal de la cantante anunció que estudian acciones legales por injurias y calumnias contra Antonio Banderas, alegando que llamarla «marioneta de Felipe VI» constituye un delito de injuria a la Corona.
Por su parte, el actor malagueño abandonó el plató sin hacer declaraciones, pero su representante envió un breve mensaje: «Antonio no se arrepiente de nada. Dijo lo que millones de españoles piensan».
La audiencia del programa marcó un histórico 38,7% de share, la cifra más alta de La 1 en quince años. Los anunciantes han retirado sus campañas de la cantante en España, según fuentes del sector.
En Colombia, el presidente Petro tuiteó: «Atacar a Shakira es atacar a toda Latinoamérica». En España, Ayuso escribió: «Gracias Antonio por decir lo que muchos callan».
A las 2:14 de la madrugada, Shakira publicó un vídeo de 43 segundos en Instagram llorando: «Nunca pensé que defender mi nombre me costaría tanto. España siempre será parte de mi corazón, pero hoy me duele».
Mientras tanto, el vídeo del «Siéntate, Barbie» ya supera los 200 millones de reproducciones en todas las plataformas. Los programas del corazón han cancelado sus parrillas habituales para analizar segundo a segundo la frase.
Lo que comenzó como un debate sobre evasión fiscal ha terminado convirtiéndose en la mayor crisis reputacional de Shakira en dos décadas y en la consagración definitiva de Antonio Banderas como el «hombre que no tiene miedo a nadie».
Esta mañana, el actor ha sido recibido con aplausos en el aeropuerto de Málaga. Una señora de 70 años le gritó: «¡Eres el último español con cojones que queda!».
Sea como sea, una cosa es segura: después de anoche, nadie volverá a mirar igual ni a Shakira ni a las muñecas Barbie en las jugueterías españolas. El país entero sigue sin salir de su asombro.